Cómo optimizar la concentración de tus hijos

Lunes 8 de Octubre del 2018

Muchas veces creemos que nuestros hijos no tienen motivación por el estudio o que su misma personalidad les hace preferir otro tipo de actividades. Como padres nos cuesta buscar estrategias o herramientas que motiven a los hijos a realizar las tareas con gran empeño por sí mismos, sin que sean distraídos por otras actividades u objetos, o que vean las tareas como un momento atractivo después de la escuela y no solo como una obligación.

No basta con un escritorio o mesa donde se coloquen los útiles y la libreta de tareas firmada por la maestra con una larga lista de tareas e instrucciones a realizar. Se debe crear conciencia de esto y empezar a darle más valor al espacio que se le asignará a los hijos para estudiar y crearles un momento más agradable y placentero las próximas 2 décadas.

Debemos considerar la adaptación y el diseño adecuado a la edad que se encuentran los hijos para hacerlos sentir en un espacio dinámico y no teórico. Invitándolos con un diseño que los lleve a encontrarse con sí mismos, permitiendo desafiar su inteligencia y se enfoquen en la actividad que realizan con elementos que les permitan lograr ser más productivos y eficientes.

Por lo tanto es muy importante darles un espacio independiente. Lo ideal es que tuvieran una habitación para dormir, otra para jugar y otra para estudiar; no obstante sabemos lo difícil que es contar con espacios tan amplios de vivienda hoy en día. En mi experiencia he creado recámaras marcando las diferentes áreas por medio de elementos distintivos, que van desde la iluminación, cambio de materiales, y definición de ambientes así como diversas estrategias de diseño que permitan hacer al niño comprender el funcionamiento y el enfoque de cada área.

Incorporando elementos claves de diseño y detalles diferenciadores conseguirán la atracción del infante, logrando que se conecte emocionalmente con sí mismo y sus habilidades en el espacio que se les creó, viéndolo como un espacio de exploración de sus fortalezas mentales, destrezas, desafíos y donde el mismo expresará su personalidad.

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Este espacio debe estarse redecorando siempre, simultáneamente con la edad del niño y con detalles similares a los que vive en el ambiente escolar.

  • Por lo menos un espacio donde ellos tengan, por más reducido que este, un tablón mínimo de 80 cm de largo. No es recomendable que sea del tamaño de un pupitre de su escuela, pues se sentirán limitados, entre más espacio se sientan para sus tareas se sentirán con mayor libertad de expresión.
  • La luz debe de ser natural, por lo que el escritorio debe ubicarse siempre cercano a una ventana de preferencia que quede de frente; de no ser posible se recomienda usar luz blanca independiente a la de la habitación. Se debe de utilizar una adicional a la recamara, pues la blanca es únicamente para el estudio, no para la habitación. La luz cálida afecta a la vista y hace que se cansen más rápidamente y no logren la concentración que se requiere.
  • La madera de los muebles deben ser maderas claras, por lo que es altamente recomendable emplear madera de pino al natural o encino. Adicionalmente, se puede combinar con otros colores tenues: blanco, hueso, gris claro, o algún otro sobre la gama de colores tenues y claros.
  • La organización del escritorio es básica. El niño debe de encontrar en el mínimo tiempo las herramientas de trabajo para que no haya distracción alguna. El uso de repisas, huecos y cajoneras debe de ser diseñado con detalles especiales. En cajones se recomiendan los ranurados, tanto verticales como horizontales, para poder dividirlo a diferentes tamaños; mientras que las repisas deben ser ajustables a diferentes tamaños y alturas, pudiendo manipularlas según la necesidad del objeto.
  • Contar con una pared lisa cerca del escritorio para colocar aquellos trabajos representativos y organizar las actividades con corchos, calendarios y pizarrones. Otra opción de organizar es pintando los frentes de los cajones con pintura de pizarrón para poder nombrarlos e identificar que se guarda en cada uno de ellos y así el infante va reconociéndolo.
  • Los libreros diseñados de tal manera que se ponga la caratula enfrente son más atractivos, ya que permiten que el niño elija por sí mismo el título que en ese momento se le antoje leer.
  • El acabado del mueble debe de llevar un barniz especial para uso rudo por lo que es recomendable que si lo mandas a hacer pidas que sea con un recubrimiento de poliuretano para mayor resistencia del mismo.
  • La silla del escritorio debe de tener respaldo para que no se canse la columna, y debe de ser cómoda y fija, pues si ésta es movible causa mucha distracción.
  • Las plantas dan oxígeno para agilizar la mente en especial la zábila es excelente planta para la concentración y la memoria.
  • Fuente: http://ow.ly/APh530m8F24